lunes, 6 de junio de 2011

Tintas: El azar y lo inefable




Dibujos esquemáticos, imágenes mínimas o representaciones detalladas; todo ello se logra con la utilización de este material que nació de la mezcla de negro de humo, cola y sustancias aromáticas: la tinta china. Las variantes del procedimiento, sea plumilla, aguada, claroscuro,dripping, blanco sobre negro o sintesis tonal nos dan una idea de la amplitud de aplicaciones que ofrece y ha ofrecido esta técnica a los artistas de todas las epocas. La aguada monocroma realizada con pincel y la gama de grises de la tinta china diluida en agua, una piedra para diluir la tinta, agua, pincel y papel de arroz son los materiales básicos utilizados en el estilo Sumi-E. Luis Racionero, en su antológico compendio de Textos de estética taoista  nos señala uno de los elementos claves en la tradición  pictórica de este género: La mirada del artista se vuelve hacia el interior y, como el aire que respira, expresa su realidad: la belleza y la armonía, es decir, su estado de ánimo. Por lo tanto, la actitud del pintor al utilizar la tinta y el pincel para su expresión, no es reproducir la naturaleza que le rodea, sino captar la esencia de la realidad presente en cada trazo. 
 
Dibujar y Abocetar.Stan Smith,Hermann Blume Ed.

Xu Beihong
dance of creativity
Andrew Wyeth
250611.Aguada y tinta




















                                                 
 
El gusto se forma y se educa. ¿Por qué, si no, íbamos a informarnos mediante libros y estudios? ¿Por qué viajaríamos por museos y galerias? ¿Por qué buscaríamos sin cesar entender nuestra experiencia de las cosas del arte? (…) Al final del proceso hay el peligro de que no subsista más que una norma –la norma como regla, la norma sin el sentimiento, sin el placer, sin su inscripción subjetiva, sin aquello que constituye su origen. Esa es por lo demás el peso del conformismo en el seno del mundo del arte: la experiencia del peso de la norma vacía, de los requisitos de la distinción, como diría Bordieu, de las evaluaciones del mundo del arte, diría Dickie, la experiencia de lo que es según la norma del gusto del día. Porque muy rapidamente el gusto se estandariza en gusto normativizado, luego en norma sin más, y al final la obedecemos por conformismo.

Yves Michaud. El juicio estético. Barcelona: Idea books, 2002.

lunes, 25 de abril de 2011

La luz de las sombras







Eso somos: reflejos de reflejos, trazos de trazos, fugacidad de rostros en una lámina de pergamino que fue de cobre, que fue de tinta, que fue mano inquieta y ojo atento, capaz de volver a mirarse, a miramos, a dejarse mirar, en la convulsa superficie aguada del tiempo.
                                                                                                                                                                                            Octavio Paz 

El sombreado es, en el dibujo, el efecto producido por la representación de la iluminación que acusa el relieve de los objetos. esta es una cuestión que abarca dos aspectos; uno es el puramente técnico que enseña a resolver de maneras distintas la forma de expresar las diferencias de tono "la valoración de un dibujo" según la terminología académica; el otro aspecto es el del significado, la consideración estética y la fortuna crítica del claroscuro en los dibujos.

El sfumato es la técnica que Leonardo da Vinci usaba para difuminar los contornos de las formas con lo que mejoraba la atmósfera de la pintura. Se basó en su teoría científica sobre “el espesor transparente del aire" dicho de otro modo, el sfumato consiste en eliminar los contornos netos y precisos de las líneas y diluir o difuminar éstos en una especie de neblina que produce el efecto de inmersión en la atmósfera, dejando así siempre algo a la imaginación del espectador.
Leonardo intuye que la atmósfera no es transparente, sino que tiene color y formas propias, que cambian por efecto de la luz. Estas propiedades varían el volumen y el color de los objetos. Esta técnica fue excelentemente lograda en sus obras La Gioconda y en San Juan Bautista.

"Traduzco por sombra y luz las palabras yin y yang, que en la mayoría de las traducciones aparecen en chino y que significan, literal y respectivamente, la umbría y la solana,el lado oscuro y el lado luminoso de un arroyo, las dos vertientes de una misma montaña: los dos aspectos dinámicos, contrarios y complementarios de la misma unidad primordial (en la cosmología el dos que emana del uno), de cuya interacción surgen todos los seres y los cambios. Yin es el aspecto oscuro, opaco, húmedo, frío, quieto, femenino; corresponde a la tierra, al norte, a la luna, al agua, a la muerte. Yang es el aspecto claro, diáfano, seco, cálido, activo, masculino; corresponde al cielo, al sur, al sol, al fuego, a la vida. La continua tensión de yin a yang y de yang a yin constituye el movimiento del mundo, y la combinación de ambos, siempre dinámica, constituye la realidad de las cosas, que es lo que expresa esta imagen de los seres que llevan a la espalda la sombra y en brazos la luz: tradicionalmente, el rey se sentaba de cara al sur, las casas estaban siempre orientadas hacia el sur, etc.., de ahí que lleven en brazos (que tengan delante) la luz; lógicamente, el norte quedaba detrás y, de hecho, el carácter que lo representa (bei) también significaba antiguamente espalda"

Traducción del Tao Te King de Ann-Hélenne Suárez Girard 








     

                                                                                                    
 




               


        

domingo, 13 de marzo de 2011

Líneas y espacios-notas y silencios




















Dibujar es tratar de lograr una unión entre aquello que pensamos, sentimos e intuimos y aquello que expresamos, a través de la línea, su  valor, su desplazamiento en el espacio, sin el cual la línea no puede manifestarse. También es un medio para conocer y comprender el mundo que nos rodea, así como conocernos y comprendernos a nosotros mismos.
La línea y el vacío son los elementos esenciales al dibujo, es por ello necesario remitirnos a lo que podríamos definir como línea y como vacío.
Diferentes asertos convienen en que  la línea se define como figura en la cual un trazo muy fino proporciona la imagen. Esta tesis nos lleva a ver la línea en su connotación de cuerda, cadena, cola, columna, dirección. Otras definiciones serán: un punto que se desplaza engendra una línea. Aquello que pone un límite, una separación, una frontera. En matemáticas la línea es la intersección entre dos espacios. También es la configuración del espacio comprendido entre el cuerpo de los adversarios en la esgrima. Si tomamos esta última definición de la línea en la esgrima para acercarnos a lo que es la línea en el dibujo, ella representa el espacio, ella es el espacio.
El vacío -nos dice el diccionario- quiere decir que no contiene nada, espacio vacío puede ser aquel que solo tiene aire; físicamente se habla de vacío como aquel espacio que no contiene ningún cuerpo material, es un espacio donde las partículas no tienen densidad.
La expresión de estos dos espacios: de la línea y del vacío,  no puede darse si no hay interiorización de estos en nosotros, tal como lo apreciamos en la caligrafía zen, el trazo es el resultado de la concentración en éste y la respiración, lo mismo que en el tiro al arco, en el que la postura, la tensión del arco, la concentración y la respiración, logran que (sin apuntar), el tiro acierte en el blanco.
De la misma manera el pintor oriental debe asimilar el paisaje para luego realizarlo.
Los dos contrincantes en la esgrima trazan con la espada, el dibujante tiene como contrincante ese espacio vacío del papel, de la tela o de cualquier soporte, el espacio mismo, su espada será el carboncillo, el lápiz o el pincel.
Si nos referimos a la esgrima, es también por ese desplazamiento de los cuerpos: en el dibujo, el dibujante, (esto también le sucede al pintor), determina su trazo sincronizado a su  movimiento corporal, de su mano y brazo o de todo su cuerpo. Para crear la línea y su movimiento, el sujeto que traza debe desplazarse al mismo tiempo que traza, y así la línea y él se desplazan dentro de un mismo espacio. Es decir que el movimiento de la línea depende de ese movimiento corporal del ejecutante. El cuerpo y la mente del dibujante forman parte del dibujo y se vuelven uno con él.
En este viaje interior cada alumno se ha concentrado en varios elementos que ha tratado de expresar por medio de la línea su valor, su desplazamiento en el espacio y el vacío.
Si concebimos la línea y el vacío  dentro del contexto de lo que llamamos espacio, podríamos decir que la línea determina el espacio y se determina a sí misma como espacio, e irrumpe y se interrelaciona con el vacío que es también espacio; de este modo  el dibujo será la expresión de esta interrelación entre estos dos espacios: el de la línea y el del vacío. Será expresión del espacio determinado por la línea y la superficie en la que ella se inscribe.
El dibujo en sí es una reflexión sobre el concepto de espacio a través de la línea y el vacío,  como expresión de la interrelación entre ellos.
Si el espacio es una forma de nuestra sensibilidad entonces la línea y el vacío en tanto que espacios son formas de nuestra sensibilidad. El espacio es una  intuición de nuestra sensibilidad que adquiere  materialidad en el dibujo.

















Alexander Archipenko, el escultor ucraniano, logra dotar de acción al espacio vacío (pasivo) de la escultura que rodeaba al espacio lleno. En” la Mujer peinándose” obtiene mediante el vacío como medio de expresión una obra sacada de la naturaleza, donde los espectadores participan por la sugerencia y la imaginación de la obra. Archipenko extrae rostro y el espectador lo adivina (nariz, boca, ojos, etc.. ).con esto consigue dar sensación de silencio, acentuando por la utilización de la luz, que penetra en el cuerpo ciego de la figura igual que en una composición musical llena de notas y silencios. Las notas son la materia que se desmaterializa por los soplos del aliento que son el vacío.


miércoles, 2 de marzo de 2011

Los dibujos del dibujo- las ciudades invisibles

Italo Calvino en su libro Las ciudades invisibles, nos ha dejado una de las más bellas metáforas sobre ese mundo de asociaciones entre la representación de la cosa y lo que vemos de ella, podríamos decir que hay allí una perfecta descripción poética de la complejidad de los fenomenos que suceden en el hecho del dibujo; la descripción del Imperio ( la realidad) puede hacerse a partir de cada uno de los elementos y estructuras de la narración.


Kublai era un atento jugador de ajedrez; siguiendo los gestos de Marco observaba que ciertas piezas implicaban o excluían la vecindad de otras piezas y se desplazaban según ciertas líneas. Desentendiéndose de la variedad de formas de los objetos, definía el modo de disponerse los unos respecto de los otros sobre el pavimento de mayólica. Pensó: "Si cada ciudad es como una partida de ajedrez, el día que llegue a conocer sus reglas poseeré finalmente mi imperio, aunque jamás consiga conocer todas las ciudades que contiene".
En el fondo, era inútil que Marco para hablarle de sus ciudades recurriese a tantas
zarandajas: bastaba un tablero de ajedrez con sus piezas de formas exactamente clasificables. A cada pieza se le podía atribuir cada vez un significado apropiado: un caballo podía  representar tanto un verdadero caballo como un cortejo de carrozas, un ejército en marcha, un monumento ecuestre; y una reina podía ser una dama asomada al balcón, una fuente, una  iglesia de cúpula puntiaguda, una planta de membrillo.
Al volver de su ultima misión, Marco Polo encontró al Kan esperándolo sentado
delante de un tablero de ajedrez. Con un gesto lo invitó a sentarse frente a él y a describirle con la sola ayuda del juego las ciudades que había visitado. El veneciano no se desanimó. El  ajedrez del Gran Kan tenia grandes piezas de marfil pulido: disponiendo sobre el tablero torres amenazadoras y caballos espantadizos, agolpando enjambres de peones, trazando caminos rectos u oblicuos como el paso majestuoso de la reina, Marco recreaba las perspectivas y los espacios de ciudades blancas y negras en las noches de luna. Al contemplar estos paisajes esenciales, Kublai reflexionaba sobre el orden invisible que rige las ciudades, las reglas a las que responde su surgir y cobrar forma y prosperar y adaptarse a las estaciones y marchitarse y caer en ruinas. A veces le parecía que estaba a punto de descubrir un sistema coherente y armonioso por debajo de las infinitas deformidades y desarmonías, pero ningún modelo resistía la comparación con el juego de ajedrez. Quizá, en vez de afanarse por evocar con el magro auxilio de las piezas de marfil visiones de todos modos destinadas al olvido, bastaba jugar una partida según las reglas, y contemplar cada estado sucesivo del tablero como una de las innumerables formas que el sistema de las formas compone y destruye.













Tyukanov. Flybottle.2005

Dibujar es fundamentalmente definir ese territorio desde el que establecemos las referencias capaces de evocar nuestro mundo interno y sensible, representar es por tanto un acto controlado y dificil de evocaciones y silencios establecidos por medio de signos que podemos descifrar por su preexistencia en la memoria histórica.

















Trabajos de clase













                                              
                                           

































NOTAS
En Las ciudades invisibles desaparece la cronología para dar paso a la conjunción entre pasado y futuro, aproximándose a ese estado atemporal que caracteriza a la poesía. Kublai Kan, emperador de los tártaros, gobierna su inmenso imperio basándose en las informaciones que le facilitan sus mensajeros, pero sólo logra hacerse una idea confusa del estado actual de sus dominios. No sabe a ciencia cierta si el imperio se descompone o brilla en todo su esplendor. La llegada de Marco Polo significa mucho para él: convertido en su embajador preferido, el veneciano intenta describir las ciudades que visita; primero con gestos, saltos o gritos, y luego, a medida que va aprendiendo el idioma, con una minuciosidad de miniaturista. Al hilo del relato, desfilan ante los ojos del Gran Kan ciudades pavimentadas de estaño, flanqueadas por torres de aluminio, suspendidas sobre un precipicio a base de cuerdas, hechas sólo de cañerías de agua, sin espesor, sobrevoladas por cometas, horadadas por mil pozos. A mitad del relato, el Gran Kan propone el juego inverso: el describirá las ciudades y Marco Polo verificará si existen en la realidad, levantando un mapa de ciudades invisibles, hechas de memoria. 
              vinculo: http://www.quieroleer.com.ar/QuieroLeer/libros/ciudades-invisibles/                      

jueves, 24 de febrero de 2011

Dibujo como meditación, los espacios negativos


Felipe Ballén





















                                                                                         Santiago García

                                                                              Adrian Montoya          
      


El poeta John Keats escribió que para entender la poesía es necesario ponerse en un estado mental especial, al que Keats llamaba «capacidad negativa». Describió este estado como aquél en el que una persona «es capaz de estar en la incertidumbre, el misterio, la duda, sin buscar ansiosamente los hechos y la razón.» 
El hombre adquiere conciencia de sí mismo y del mundo que le rodea por medio de sus sentidos. A partir de los estímulos que recibe a través de ellos  descubre, organiza y recrea la realidad, adquiriendo conciencia de ella por medio de la Percepción. Este tema es tan fundamental para el arte que constituye su propia esencia.  El análisis de esta visión normalmente se realiza sobre un plano, donde caben representadas las formas de un mundo material o imaginado, de otras dimensiones que las propias de la superficie que las contiene. Este fenómeno, que presenta un continente menor que el contenido, es un permanente desafío que aborda resueltamente el artista de todos los tiempos. En el campo del dibujante se producen los más tensos conflictos, ya que su actividad se extiende no sólo a la percepción de las formas del espacio sino que ha de representarlas mediante códigos convincentes sobre el plano. Se mueve en el continuo dilema del conocimiento racional de los objetos y la captación visual de los mismos; entre representar las cosas "como son" o como "se ven", entre la presentación de estímulos y sensaciones, y los resultados obtenidos por la percepción.



  
  

Una vez emprendido el camino siempre existe la sensación de que en el próximo dibujo veremos mejor, captaremos más verdaderamente la naturaleza de la realidad, expresaremos lo inexpresable, encontraremos el secreto detrás del secreto. Tal como dijo el gran artista japonés Hokusai, aprender a dibujar es una tarea que nunca termina.
Habiendo logrado pasar a un modo nuevo de ver uno puede encontrarse profundizando en la esencia de las cosas, una forma de conocimiento que tiende al concepto Zen del satori, tal como lo describe D.T. Suzuki en sus textos. Al adquirir una mejor percepción se adopta un nuevo enfoque de los problemas, se corrigen viejos errores, se suprimen los estereotipos que enmascaran la realidad y nos impiden ver con claridad.

                   El Zen del dibujo. Seeing&Drawing as meditation,Frederick Frank.

domingo, 20 de febrero de 2011

Bitacora I. Dibujos preliminares



























Antes de empezar: dibujos de rostro, figura humana y objetos que indican las preferencias, aptitudes y preocupaciones de los estudiantes al iniciar el curso.

Al contrario de lo que generalmente se piensa, el dibujo no es una disciplina reservada a la capacidad genial de unos cuantos privilegiados, no es tampoco la habilidad que se deja totalmente a la mano como instrumento de expresión, y no es, en fin,  la agrupación de imágenes reiteradas que la tradición a convertido en esquemas vulgarizados que se repiten incesantemente carentes ya de sentido.

El dibujo es un campo del conocimiento, que lleva al artista cuando está en este territorio a situarse en un plano de reflexión diferente, haciendo como decía Baudelaire, que el artista se interese de diferente manera en la definición de la obra según predominen los valores analíticos o poéticos. El dibujo es un área que sobrepasa el ámbito del discurso artístico para instalarse en un marco más amplio de referencia. El dibujo se establece siempre como fijación que enlaza con todas las actividades primordiales de expresión y construcción vinculadas al conocimiento, a la descripción de ideas, las cosas y a los fenómenos de interpretación basados en la explicación de su sentido por medio de su configuración.