Dibujar es tratar de lograr una unión entre aquello que
pensamos, sentimos e intuimos y aquello que expresamos, a través de la línea,
su valor, su desplazamiento en el espacio, sin el cual la línea no puede
manifestarse. También es un medio para conocer y comprender el mundo que nos
rodea, así como conocernos y comprendernos a nosotros mismos.
La línea y el vacío son los elementos esenciales al dibujo,
es por ello necesario remitirnos a lo que podríamos definir como línea y como
vacío. Diferentes asertos convienen en que la línea se define como figura en la
cual un trazo muy fino proporciona la imagen. Esta tesis nos lleva a ver la
línea en su connotación de cuerda, cadena, cola, columna, dirección. Otras
definiciones serán: un punto que se desplaza engendra una línea. Aquello que
pone un límite, una separación, una frontera. En matemáticas la línea es la
intersección entre dos espacios. También es la configuración del espacio
comprendido entre el cuerpo de los adversarios en la esgrima. Si tomamos esta
última definición de la línea en la esgrima para acercarnos a lo que es la
línea en el dibujo, ella representa el espacio, ella es el espacio.
El vacío -nos dice el diccionario- quiere decir que no
contiene nada, espacio vacío puede ser aquel que solo tiene aire; físicamente
se habla de vacío como aquel espacio que no contiene ningún cuerpo material, es
un espacio donde las partículas no tienen densidad. La expresión de estos dos
espacios: de la línea y del vacío, no puede darse si no hay interiorización de
estos en nosotros, tal como lo apreciamos en la caligrafía zen, el trazo es el
resultado de la concentración en éste y la respiración, lo mismo que en el tiro
al arco, en el que la postura, la tensión del arco, la concentración y la
respiración, logran que (sin apuntar), el tiro acierte en el blanco.
De la misma manera el pintor oriental debe asimilar el
paisaje para luego realizarlo. Los dos contrincantes en la esgrima trazan con
la espada, el dibujante tiene como contrincante ese espacio vacío del papel, de
la tela o de cualquier soporte, el espacio mismo, su espada será el
carboncillo, el lápiz o el pincel.
Si nos referimos a la esgrima, es también por ese
desplazamiento de los cuerpos: en el dibujo, el dibujante, (esto también le
sucede al pintor), determina su trazo sincronizado a su movimiento corporal, de
su mano y brazo o de todo su cuerpo. Para crear la línea y su movimiento, el
sujeto que traza debe desplazarse al mismo tiempo que traza, y así la línea y
él se desplazan dentro de un mismo espacio. Es decir que el movimiento de la
línea depende de ese movimiento corporal del ejecutante. El cuerpo y la mente
del dibujante forman parte del dibujo y se vuelven uno con él. En este viaje
interior cada alumno se ha concentrado en varios elementos que ha tratado de
expresar por medio de la línea su valor, su desplazamiento en el espacio y el
vacío.
Si concebimos la línea y el vacío dentro del contexto de lo
que llamamos espacio, podríamos decir que la línea determina el espacio y se
determina a sí misma como espacio, e irrumpe y se interrelaciona con el vacío
que es también espacio; de este modo el dibujo será la expresión de esta
interrelación entre estos dos espacios: el de la línea y el del vacío. Será
expresión del espacio determinado por la línea y la superficie en la que ella
se inscribe. El dibujo en sí es una reflexión sobre el concepto de espacio a
través de la línea y el vacío, como expresión de la interrelación entre ellos.
Si el espacio es una forma de nuestra sensibilidad entonces la línea y el vacío
en tanto que espacios son formas de nuestra sensibilidad. El espacio es una
intuición de nuestra sensibilidad que adquiere materialidad en el dibujo.
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